La historia de la Feria de Cali representa el sentir de millones de caleños y caleñas luego de un acontecimiento trágico que marcó a Cali, en el año de 1956.
Este evento permitió que los caleños recobraran la alegría, la esperanza y su cara amable, hospitalaria y divertida, a través, de la fiesta, el baile y la diversión que ofrece la Feria con eventos como el Salsodromo o el Desfile de Carnaval de Cali Viejo.
La Feria de Cali es el evento máximo de nuestra ciudad y el símbolo más preciado de nuestra identidad cultural. Cada año, entre el 25 y el 30 de diciembre, quienes la habitamos reafirmamos nuestra pasión por la Vida, la Salsa y la Alegría.
Su nacimiento se sitúa en el terreno de lo mítico. Una colosal explosión produjo la muerte instantánea de casi 4.000 personas, y dejó al menos 12.000 heridos. Durante todo un año nuestra ciudad estuvo sumida en una depresión profunda, a la que se sumó el drama socioeconómico.
LA FERIA DE CALI REPRESENTA CÓMO VIBRAMOS LOS CALEÑOS Y CALEÑAS
Nuestra Feria busca fortalecer el amor por Cali y por su gente, es un espacio diverso e incluyente, cargado de arte, paz, tradición, alegría y cultura donde todos podemos reencontrarnos con nuestra esencia, nuestro territorio y nuestros sueños.
Todos los diciembres se tiene la oportunidad de homenajear las tradiciones en el marco de los del Salsodromos en todas sus versiones y los desfiles del Cali Viejo, los Encuentros de Melómanos y Coleccionistas son manifestaciones artísticas que salvaguardan nuestra caleñidad y que han posicionado a Cali como una ciudad alegre y multicultural.
Así pues, la Feria de Cali se basa en un resurgir de la ciudad desde aspectos, económicos, sociales, culturales, turísticos, ambientales, pero sobre todo desde la construcción de una mejor ciudad para seguir dejando huella en nuevas generaciones que vean desde el arte, la capacidad de transformación e inclusión social.